Año de acción de gracias 40º del templo / 50º de la parroquia

CUARENTA AÑOS MENOS

Nuestro templo parroquial vive este año su cuadragésimo adviento. Y aunque sus paredes (y nuestras vidas), tengan cuarenta años más, en realidad lo que pasa es que faltan cuarenta años menos para el retorno glorioso de Cristo. Él se hizo nuestro mejor vecino, poniendo su morada entre nuestras casas hace cuatro décadas, porque Quien vino y está con nosotros todos los días, quiere que preparemos el fin de todo lo pasajero y la cada vez más cercana llegada de su reino glorioso.leer más

LATE PARA SIEMPRE

Tiene veinte siglos de edad, y disfruta de juventud eterna. Soportó sufrimientos atroces, y es fuente inagotable de alegría. Fue herido pero cura; murió pero resucita muertos; y, atravesado por la lanza, no encuentra puerta infranqueable; ante Él nada es incurable, todo puede revivir, ningún muro le es obstáculo. En realidad, siendo de carne, es todopoderoso. Lo llena todo, y no ocupa nada. Le encanta sentarse a comer, pero sólo Él es alimento. Siendo impasible por glorioso, padece infinita sed, pero sacia siempre los anhelos más profundos.

Ha vuelto a latir, y nunca más morirá. Resucitó, y vive para siempre. Su amor es más fuerte que la muerte, y ni las grandes aguas pueden arrastrarlo. Las llamas pueden consumir catedrales que en su honor se levantaron, pero —cuando se le acercan piedras vivas — su Fuego secreto las enciende hasta hacerlas arder sin consumirse. Su misericordia llena la tierra y dirige la historia de los hombres, y —cuando todo llegue a su fin— sólo Él durará para siempre.

Es Él, el corazón de nuestra fe, un Corazón resucitado, a quien España se rindió hace un siglo, y al que con júbilo cantamos, cada Pascua, sin cesar, ¡¡aleluya!!

¡¡Feliz Pascua para todos!!