Queridos hermanos de San José Obrero:

Hace casi ocho años decidí escoger como lema para mi ministerio sacerdotal una frase de San Pablo a la comunidad de Corinto:

“Muy gustosamente me gastaré y me dejaré desgastar por vuestras almas”.

Esta mañana, el Señor -a través de Don Ginés-, me ha comunicado que el “vuestras” de esta frase ahora son las almas de esta parroquia de Móstoles a la que siempre he mirado con profunda admiración y respeto.

Por eso desde el principio os pido dos cosas: que me exijáis vivir así y que me ayudéis a vivir siempre en profunda unión con nuestro párroco Antonio, con el cual me precede una amistad preciosa, y dentro de este 100 por uno que Dios me ha regalado, sin duda él ha sido uno de los mejores regalos que Dios me hará en esta parroquia.

Os pido perdón por mis torpezas, y espero que me ayudéis a mí también en mi itinerario de Fe personal a poder vivir de verdad un camino de conversión que me haga alcanzar un día la santidad.

Desde hoy, estáis muy presentes en mi oración, especialmente pidiendo la valiosa intercesión de San José.

Cuento con las vuestras, y muy agradecido por ello.

¡Dios os bendiga!

Ramón